Nota: Tiemposdetribulacion.blogspot.com
Esta vision la encontre el domingo en mi buson de correo y la estoy publicando para beneficio de todos.
____________________________________________________________________Habiendo conocido al señor Jesucristo, me aparte de sus caminos, y Dios en su infinita misericordia un día me llevo al cielo. Estando en mi habitación acostada, en cuestión de segundos, vi como mi espíritu salía de mi cuerpo. En un abrir y cerrar de ojos, me encontré en el cielo y vi una puerta ancha que se abría. Cuando salen a recibirme, era mi hermana mayor transformada en una niña, vestida de blanco y con una corona en su cabeza y me decía: “entra “. Cuando miro mi cuerpo yo también estaba transformada en una niña, vestida de blanco y también con una corona. Mi hermana sujetaba mi mano y me decía: “no te detengas, camina”. Yo seguí caminando y cuando me fije, quede impactada y maravillada de lo que mis ojos veían. Me encontraba caminando en unas calles de oro. Allí pude sentir una paz que estando en el mundo no sentía, mi hermana continuaba diciéndome que caminara y no me detuviera. Seguí caminando mientras le gritaba a mi hermana: “¡no quiero regresar, porque la paz que siento aquí, no la tengo a ya abajo! “. Mire hacia el lado y vi un jardín de rosas que jamás en mi vida había visto. Quise detenerme y tocar las rosas de tantos colores que nunca en la tierra había visto, pero mi hermana continuaba diciéndome: ” camina no te detengas “. Fue entonces cuando me percate que seguía caminando por las calles de oro. Más adelante vi un lago y nuevamente quede impactada. Era un lago transparente. A través del podía ver los peces de diferentes colores, era maravilloso lo que estaba experimentando, seguía gritándole a mi hermana: “! La paz que siento aquí, no la siento en el mundo! “; pero mi hermana continuaba diciéndome que caminara y no me detuviera.
Subí hacia una loma, ahí había un árbol frondoso, cuando mire a lo lejos, vi un castillo enorme, le gritaba a mi hermana: ” !Quiero ir allí ¡”, pero ella me decía que no era el momento. Seguí caminando y gritando desesperadamente que no me quería ir de allí, la paz y el gozo que yo sentía estando en ese lugar era inmensa, pero aun mi hermana continuaba diciéndome: “ camina no te detengas “ . Pude ver que mis pies tocaban una nube gigantesca, aquella nube era como una mota de algodón suave. Mi hermana y yo comenzamos a gritar de alegría y gozo encima de la nube. Fue entonces cuando nuevamente descendió mi espíritu y cayó en mi cuerpo, desperté de aquel lugar hermoso, del cual no me quería ir.
Hermano, Dios te ama mucho. El dio su vida por ti y por mí en la cruz del calvario. Si deseas experimentar la misma visión que yo tuve, solo acepta al señor Jesucristo, como tu único y exclusivo salvador. Vive en fe, santidad y amor y Dios te dará la recompensa, que será el cielo gano por la eternidad.
Dios les bendiga.
Su hermana en Cristo,
María de los Angeles González Mejias
Preparado por: Priscilla Velez
Preparado por: Priscilla Velez
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